Estiramientos Musculares Pasivos: Evidencia Científica y Aplicación Clínica en Fisioterapia y Kinesiología

Estiramientos Musculares

Introducción

Los estiramientos musculares pasivos constituyen una de las técnicas más empleadas en fisioterapia y kinesiología para mejorar la movilidad articular, prevenir lesiones y optimizar la función musculoesquelética. Esta intervención se caracteriza por la aplicación de una fuerza externa ejercida por el terapeuta o mediante objetos auxiliares, con el objetivo de elongar las fibras musculares sin que el paciente realice contracción activa (Magnusson et al., 1996).

Fundamentos Teóricos de los Estiramientos Pasivos

El principio fisiológico de esta técnica radica en la plasticidad muscular y la viscoelasticidad de los tejidos blandos, que permiten adaptaciones estructurales cuando se aplica una tensión sostenida (Sharman, Cresswell & Riek, 2006). A nivel neurofisiológico, los estiramientos pasivos actúan sobre los husos musculares y los órganos tendinosos de Golgi, promoviendo una disminución del tono muscular y facilitando la relajación.

Rehabilitación post-lesión

Aplicaciones clínicas en fisioterapia y kinesiología

El estiramiento pasivo es una herramienta fundamental en el tratamiento de múltiples condiciones, entre ellas:

• Rehabilitación post-lesión: contribuye a restablecer la movilidad y prevenir adherencias en procesos de recuperación musculoesquelética.

• Prevención de lesiones deportivas: se emplea en programas de acondicionamiento físico, aunque su eficacia debe ajustarse según la intensidad y duración.

• Manejo del dolor y contracturas: ayuda a disminuir la tensión muscular en pacientes con patologías neurológicas y musculoesqueléticas.

• Corrección postural: favorece la elasticidad muscular en síndromes posturales como la hiperlordosis o hipercifosis.

Evidencia científica actual de los Estiramientos Musculares Pasivos

Diversos estudios han demostrado que el estiramiento pasivo mejora la flexibilidad y la amplitud articular en el corto plazo, aunque los resultados sobre su influencia en la fuerza y el rendimiento deportivo inmediato son controvertidos (Kay & Blazevich, 2012). En la práctica clínica, se recomienda aplicarlo de forma complementaria a técnicas activas, fortalecimiento muscular y reeducación postural.

Consideraciones prácticas y seguridad de los Estiramientos Musculares Pasivos

La aplicación de estiramientos musculares pasivos debe respetar principios básicos:

• Duración óptima: entre 15 y 60 segundos por grupo muscular.

• Repeticiones: de 2 a 4 series, dependiendo del objetivo terapéutico.

• Intensidad: mantener el estiramiento en un rango de ligera tensión, sin provocar dolor.

• Contraindicaciones: evitar en casos de lesiones agudas, fracturas recientes o procesos inflamatorios.

Conclusiones

El estiramiento muscular pasivo es una técnica respaldada por la evidencia científica, con un rol clave en la rehabilitación, prevención de lesiones y optimización de la movilidad articular. Su aplicación debe adaptarse a las necesidades individuales del paciente y combinarse con otras intervenciones fisioterapéuticas para lograr resultados más efectivos y sostenibles.

Referencias

• Behm, D. G., & Chaouachi, A. (2011). A review of the acute effects of static and dynamic stretching on performance. European Journal of Applied Physiology, 111(11), 2633–2651.

• Kay, A. D., & Blazevich, A. J. (2012). Effect of acute static stretch on maximal muscle performance: a systematic review. Medicine & Science in Sports & Exercise, 44(1), 154–164.

• Sharman, M. J., Cresswell, A. G., & Riek, S. (2006). Proprioceptive neuromuscular facilitation stretching. Sports Medicine, 36(11), 929–939.